Vistas de página en total

martes, 26 de mayo de 2015

Mecanismos de acercamiento a los clientes como herramienta fundamental para llevar bienes y servicios hasta escenarios de consumo

Las compañías hacen grandes esfuerzos por desarrollar sus productos en espera de que cada uno de ellos sea aceptado por sus clientes y estos a su vez, los hagan parte de sus selecciones, escogencias   e íntimos afectos que deberán perdurar por muchos años en una manifestación explicitan de fidelidad de cliente. No son pocas las dichas, alegrías y frustraciones que se han de manejar hasta el momento en el que se le da vida definitiva a una oferta de valor  en la que  se depositan todas las esperanzas e ilusiones para generar riqueza para la compañía y para sus accionistas. Una vez se ha terminado este desarrollo y al tiempo en el que las alegrías por haber culminado una etapa de grandes esfuerzos, se hacen evidentes; empiezan las angustias y temores acerca de la manera de comercializar este bien o servicio.

Desde el punto de vista de la visión estratégica de la cobertura a alcanzar, existen diferentes alternativas desde las que la PYME puede desarrollar su plan de distribución. Los esquemas no son excluyentes entre si y pueden mezclarse para lograr el mejor beneficio posible para los clientes y la compañía. Realmente no existe un método perfecto y definitivamente adecuado a cada producto. Cada uno de los diferentes esquemas presenta beneficios y riesgos a asumir. Ninguno de ellos logra cerrar todas las brechas posibles ni ser perfecto en términos de eficiencia operativa y financiera. La adecuada implementación de cada metodología dará mayores posibilidades de éxito a la hora de acercar la propuesta a los clientes y consumidores.



La distribución intensiva es un mecanismo en el que el fabricante ofrece y vende sus productos sin ningún tipo de criterio ni distinción. Lo único que se requiere para que el cliente pueda comprar su propuesta  es que este último esté dispuesto a pagar el precio y que se encuentre dentro de las posibilidades de entrega del bien o servicio. Bajo este esquema trabajan las compañías de consumo masivo, restaurantes, tiendas de barrio, etc. Para poder usar esta figura es necesario que el producto no posea mayor complejidad ni requiera de una asesoría muy profunda para que pueda ser adquirido pues el mecanismo de distribución sin criterio de selección también asume vendedores que dedican su tiempo a surtir a sus clientes de sus requerimientos y que estos ultimo tienen relativa disposición a la compra. El esquema también asume que la capacidad de ampliación de cobertura está en función del número de vendedores que se tenga o del número de puntos de venta que se deseen abrir. Se alcanzará gran concentración de la cobertura, pero la expansión geográfica dependerá de la capacidad para acompañar esa expansión con presencia comercial.

En la distribución exclusiva, el fabricante escoge a un solo intermediario para, a través de este, llevar sus productos a los clientes finales. Este intermediario podrá a su vez usar los mecanismos de distribución intensiva. Cuando el fabricante vende a un solo comercializador, podrá obtener de este, compromisos más férreos y acercamientos detallados que le permitirán trabajar en función de sus requerimientos específicos. Esta figura es comúnmente usada por grandes marcas de bienes semidurables o servicios especializados. El fabricante podrá dedicar a su único cliente todos los esfuerzos necesarios para asegurar que este se encuentre preparado para alcanzar sus objetivos.
Finalmente, la distribución selectiva trae lo mejor de los dos mundos. Busca llegar a un número razonablemente pequeño de intermediarios que tengan la oportunidad de recibir de  parte del fabricante toda la atención a fin de lograr una íntima relación y un detallado seguimiento a cada una de las acciones de ejecución de estos intermediarios que a su vez podrán trabajar de manera intensiva. El fabricante buscará seleccionarlos bajo criterios de diferente índole como el económico, tamaño, cobertura esperada, imagen, etc


Como bien se mencionó inicialmente, cada uno de estos esquemas presenta fortalezas y otras posibles debilidades que la PYME deberá sortear en función de sus requerimientos y de la tipología de producto a entregar al mercado. Solo la ejecución perfecta llevará los productos de manera satisfactoria a los clientes y consumidores