Esta hipótesis sobre la
utilidad de los sistemas de incentivos y concursos tiene una suposición
subyacente: Que el único factor motivacional para un vendedor es el monetario.
Esta suposición es incorrecta y por lo tanto deja sin fundamento a la hipótesis
mencionada. Los planes de incentivos y concursos son necesarios y útiles porque
más allá de ofrecer un artículo con cierto valor monetario, juegan con el
instinto de competitividad y la necesidad de reconocimiento que la mayoría de
seres humanos tenemos por naturaleza. Si bien es cierto que las comisiones son
la principal motivación para un vendedor, los concursos o cualquier tipo de
mecanismo que le permita sentirse “destacado” son una herramienta que le
permite a la empresa capitalizar esa competitividad hacia un aumento de las
ventas en el corto plazo. Sin embargo, es muy importante entender qué es y qué
no es un plan de incentivos y qué metas se pueden alcanzar a través de ellos,
para así diseñar planes efectivos y no esperar de ellos más de lo que pueden
otorgarle a la organización.
Los planes de incentivos les
dan a los vendedores una motivación que va más allá de la compensación
monetaria otorgada mediante comisiones. Si bien una comisión está reconociendo
el trabajo realizado por el vendedor, es una suma que cualquiera que haga una
venta puede ganarse. En cambio, los incentivos al ser un extra y una especie de
“premio” o reconocimiento por un desempeño destacado, es percibido como un
privilegio. Esto hace que los vendedores se sientan más valorados y motivados a
exceder sus metas. Ruben Baena lo expresa de la siguiente forma en
un artículo de su blog en el que habla sobre la utilidad de los planes de
beneficios y concursos: “Todas las personas tenemos la tendencia a impulsarnos
por premios extra, por bonos de cumplimiento que respondan a nuestra labor.
Todos esperamos un reconocimiento adicional por ese esfuerzo extra.” De acuerdo
con este autor los planes de beneficios son una herramienta útil si se utilizan
para lograr un cumplimiento extra por encima de las metas normales, más no como
una forma de compensar el cumplimiento en el largo plazo de las metas y
objetivos estratégicos de la compañía.
Lo importante a la hora de
diseñar un plan de incentivos efectivo es entender qué constituye y que no
constituye una herramienta efectiva. Según un artículo sobre planes de
incentivos publicado por la revista Forbes en Mayo de 2018 “Los planes de
incentivos deben, por definición, estar orientados a impactar el comportamiento
de las personas en el día a día de su trabajo. Deben motivar a la gente a
trabajar más duro y más inteligentemente, a correr la “milla extra”, a ser
colaboradores con sus colegas, a generar nuevas ideas para mejorar algún
aspecto de su trabajo.” Es por esto que no todas las formas de compensación
variable, como las comisiones o los planes de bonos, pueden considerarse un
plan de incentivos. Los planes de incentivos deben ser mucho más concretos.
Deben tener una meta específica en un horizonte de tiempo determinado. De esta
forma cuando se seleccionan él o los ganadores de una campaña o concurso, éstos
pueden relacionar perfectamente ese “premio” con su desempeño específico.
Es por esto que uno de los
puntos clave para que un plan de incentivos sea exitoso es que se debe
desarrollar en el corto plazo. Tal como lo expresa Ruben Baena Peña en el
artículo mencionado anteriormente: “Este tipo de actividades deben ser
planteadas en el corto plazo. El tiempo máximo de cobertura de un concurso no
debe ser superior a 30 días. Si se usan plazos superiores a este, el vendedor
pierde continuidad en la actividad, lo que lleva a desistir de la acción
principal.” Los concursos o planes de incentivos no pueden ser utilizados como
una herramienta cotidiana para el cumplimiento de las metas estratégicas de la
organización. Por el contrario, deben ser herramientas sencillas e incluso “divertidas”
para motivar a los vendedores a exceder su rendimiento en periodos cortos de
tiempo. De lo contrario los vendedores perderían la motivación y el sentido de
competitividad que harían un plan de incentivos efectivo.
Volviendo a la hipótesis
inicial, y con los planteamientos presentados más arriba, es importante
recalcar que los concursos y planes de incentivos funcionan si se utilizan
esporádicamente y solo para un aumento temporal de las ventas. Un artículo
publicado por Harvard Business Review, titulado Why Incentive Plans Cannot Work (Por que los planes de incentivos
no pueden funcionar) plantea esta cuestión de la siguiente forma: “Las
recompensas funcionan? La respuesta depende de cómo definamos “funcionar”. Las
investigaciones demuestran que las recompensas aseguran exitosamente un solo
resultado: cumplimiento en el corto plazo.” Este artículo nuevamente pone en
evidencia la naturaleza efímera de los resultados que se pueden alcanzar
mediante los planes de incentivos o concursos. Estos mecanismos no generan
cambios de comportamiento ni mejoran el rendimiento en el largo plazo. Esto es
lo más importante que se debe tener en cuenta a la hora de diseñar estos planes.
Si un equipo de ventas está demostrando tener bajos rendimientos durante un
periodo de tiempo extendido la solución no es motivarlos con un concurso o una
recompensa, ya que según la evidencia presentada por varios autores esto
solamente los llevaría a mejorar sus rendimientos en el corto plazo (el tiempo
de duración de la campaña) y nuevamente al finalizar el plan volverían a su
desempeño de antes. Esta herramienta sería más útil para motivar a un equipo
que ya tenga buen desempeño a aumentar sus ventas o mejorar su rendimiento durante
na temporada específica como por ejemplo alrededor de alguna festividad.
En conclusión, al revisar
diferentes fuentes y analizar la opinión de una serie de autores que hablan
sobre los planes de incentivos hay opiniones encontradas en cuanto a su
verdadera efectividad. Sin embargo, parece existir consenso entre los
diferentes autores frente a un punto en específico: Los planes de incentivos
funcionan en el corto plazo como herramientas motivacionales para mejorar
temporalmente el desempeño de un equipo de ventas. El concepto clave para
entender su utilidad es el “corto plazo”. Hay que entender los planes de
incentivos bajo esa óptica y aplicarlos de esa manera. No deben utilizarse como
herramientas cotidianas para alcanzar metas estratégicas, porque en ese caso no
alcanzarán los objetivos propuestos. Es por esto que los planes de beneficios o
incentivos deben ser valorados y utilizados por los equipos de ventas como
herramientas en el corto plazo con el objetivo de lograr un superávit en las
metas normales de la organización. Es importante entender que el alcance de
estas herramientas no está orientado a suplir las falencias en el cumplimiento
de metas en el largo plazo, y que para ese fin deben evaluarse otro tipo de
estrategias.
Bibliografía
- Fotsch, Bill. Case
John(2018). The Key To an Effective Incentive Plan. https://www.forbes.com/sites/fotschcase/2018/05/15/the-key-to-an-effective-incentive-plan/#24fe545631a7
- Baena, Ruben
(2015). Running Businesses. http://runningbusinesses.blogspot.com/2015/04/concursos-y-planes-de-incentivos-para.html
-
Kohn, Alfie. (1993). Why Incentive Plans Cannot Work. https://hbr.org/1993/09/why-incentive-plans-cannot-work