Aporte de Carlos Tocca de la UTB de Cartagena
En momentos críticos de nuestras vidas, desde niños recurrimos a nuestros padres, de adolecentes a
nuestros amigos, de adultos a nuestras familias y en algunos casos a sacerdotes
y a Dios. Preguntémonos entonces ¿por qué tenemos que esperar momentos críticos
o de angustia para calmarnos con lo que recopilamos en nuestras mentes y de
esta manera acudir a ciertas personas?, ¿será la solución a nuestros problemas,
o nos brindará solo la calma necesaria para continuar? Para el marketing la
percepción, gustos y emociones que sentimos son de suma importancia, pero no
descartemos el conocimiento; la capacidad intelectual de cada individuo.
Sabemos que el marketing busca persuadir y manipular los gustos de un
consumidor para que éste prefiera la marca o producto que se le desea vender.
Hace pocos días logre apreciar un buen mensaje que me
gustaría compartir con ustedes, el mensaje era simple y lo tratare de resumir
de una manera sencilla pero que transmita toda su valor; decía: “ entra un cura
a una peluquería y al terminar su corte de cabello habitual el peluquero le
dice que no cree que exista Dios, a lo que el padre muy sorprendido responde, ¿por
qué?, y la respuesta del barbero es contundente, dice que si existiera un Dios
no habría tanta desigualdad, tanta miseria, tanta agonía, que un Dios verdadero
no permitiría eso; a lo que el padre no dice nada se despide y sale un poco
abatido por la conversación de la peluquería, saliendo el padre observa un
muchacho rebelde y decide entrar de nuevo a la peluquería con este muchacho. El
peluquero saluda sorprendido al padre y este de manera inmediata le dice, sabes
algo ¡los peluqueros no existen!, el peluquero responde, ¿por qué lo dices?, y
el padre le aclara, si los peluqueros existieran no habría gente con el cabello
largo, gente que no se cuidase su cabello, entre otras cosas y el peluquero lo
detiene y le dice que eso no es así, los peluqueros si existen solo que este muchacho
no me ha buscado y el padre sonriente le responde , ¡¡exacto!! Dios si existe
solo que la gente no lo busca y por eso es que existe miseria, envidia y muchos
males más”. En este mensaje apreciamos la perspectiva de cada persona y una
buena realidad de cómo pueden ser las cosas, hoy en día somos influenciados,
manipulados, nos convertimos en títeres de los medios y de marcas que nos
ofrecen soluciones que terminan siento a gusto de ellos. Pero, ¿así de ciegos
somos? ¿Acaso no tenemos derecho a pelear por nuestras creencias? A estas dos
simples interrogantes encontraríamos miles de respuestas cada una más valedera
que la anterior y crearíamos argumentos infinitos, para decir que sí se puede
controlar nuestros gustos y emociones. Entonces, ¿no somos capaces de manejarnos
o comportarnos a nuestro gusto? Nos desarrollamos en un ambiente donde todas
nuestras memorias y gustos van codificados y trasmitidos en su mayoría de
generación en generación, gustos y preferencias manipuladas por el marketing. Pero,
¿es esto malo? ¿Afecta de alguna manera mi calidad de vida?, no creo exista diferencia alguna entre una botella de agua “X” y una
botella de agua “Y” más que el rotulo de marca que existe entre ellas, ambas
botellas satisfacen una necesidad, y son de la misma calidad. Pero entonces, ¿porque
algunos prefieren la “X” y no la otra? Todo va en la forma como tus gustos,
emociones, y perspectivas sean manipuladas para cautivar tus sentidos en un
producto determinado.
En la lectura Y
tu que sabes, lo sabes? De este mismo Blogg, apreciamos muchas maneras de ver el
mundo, de ver un concepto marcado, de reevaluar tu código, tus creencias, tan
simple como; no tienes que ver un millón de dólares para estar seguro que si
existe, más sin embargo si debemos que abrir un poco más la mente y buscar
pruebas para creer que no somos los únicos seres vivos en el universo. Día a
día nos vemos más involucrados en un frenesí de emociones causado por una
montaña rusa llena de oferentes y demandantes en el cual cada individuo
aprecia, analiza, y gusta de manera diferente al otro. Considero de suma
importancia el marketing como una herramienta para persuadir, motivar, cautivar
y estimular los sentidos para cumplir su función final en un consumidor, pero
resalto que, es de vital importancia el continuo estudio e investigación de
dichos comportamientos que posee cada persona. Debemos únicamente, abrir
nuestras mentes, cerrar los ojos, extender nuestras manos, y disfrutar de un
viaje lleno de satisfacciones, otorgadas por el marketing para nosotros como su
única razón y fin.
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