La gran
mayoría de los ejecutivos del siglo XXI evidencian estadios de vida en los que
esta felicidad se hace lejana. Muchos han aprendido a manejar sus compañías
pero no a hacer lo mismo con su felicidad ni la de sus clientes y empleados. No
hay un solo gerente quien de manera consiente, no haya dedicado su vida a
cosechar los triunfos de su lista predefinida. (Baena, 2015)
Para ser exitoso en verdad se debe estar completamente convencido de lo que se
está haciendo, para llegar tan lejos como lo imaginamos se debe estar
comprometido y empoderado de focalizar todos los esfuerzos para lograrlo.
La
felicidad es un producto que las compañías entregan a sus clientes a través de
los servicios ofrecidos y que solo llega a sus consumidores en la medida en la
que sus directivos tengan la capacidad para generarla y transmitirla a toda la
organización. (Baena, 2015) . Un buen gerente se
debe preocupar por que él y todos los empleados de su organización estén
realmente convencidos de ello. Podemos tener excelentes productos pero si no
sabemos venderlos de forma agradable seguramente solo “venderemos” y estaremos
perdiendo la oportunidad de establecer la verdadera relación cliente y
comercial que necesitamos establecer para permanecer.
En la
dinámica en la que nos encontramos actualmente, es un trabajo compartido que
con esfuerzo puede dar excelentes resultados, no solo para ganar dinero, sino
para establecer una mejor relación de mercado. Debemos pensar como reorganizar todos
los sistemas de desarrollo de productos para aceptar y construir de forma
eficiente prototipos desarrollados por los usuarios, ejemplo de esto, la
personalización de productos que pueden ofrecer las empresas a sus consumidores
para generar cercanía y reconocimiento con las marcas y sus productos.
Adicionalmente se pueden construir bases de datos con la información más
relevante de los clientes para trabajar con
seguridad y confianza sobre los productos que se están ofreciendo, dada
su exigencia de conocimiento no es válido que se llegue con los mismos mensajes
tradicionales, se pueden establecer
canales de comunicación más directos y duraderos en el tiempo, generarles
interés y no saturarles con tanta información. Ante un escenario saturado de
contenidos y de canales de información, debemos estar seguros de ser capaces de
captar la atención del público antes de poner en marcha alguna acción de
marketing de contenidos. (Rivero, s.f.). Es aquí donde la relación del
comercial prevalece, debe ser el artífice para lograr que el producto que se
oferta y el conocimiento que se tiene de quien lo compra se relacione para
tener verdaderos canales de relación comercial. Esto solo lo logra cuando está
realmente convencido de lo que es, de lo importante que es para su
organización, de la necesidad que tiene el mercado de tener buenos productos,
de no vender por vender y cumplir su cuota mensual, sino de la necesidad de
tener éxito comercial para que cualquier reto que tenga lo cumpla.
La curva
de relación entre los logros y la felicidad y en ella se evidencia con la línea
punteada que esta, tiene un punto de inflexión generado por el estrés que le
genera presión desde arriba hacia abajo, destruyendo así parte de la felicidad
alcanzada hasta ese momento. Esto explica la razón por la que en algunas
ocasiones, a pesar de haber logrado muchos puntos, no se es feliz. (Baena, Running Business, 2015) . Esto nos muestra
que cada vez que gestionamos de la mejor manera nuestros productos con nuestros
clientes estamos pensando en que queremos tenerlo mucho mejor, es un reto el
permanecer con tanta competencia en el mercado, pero el reto más grande es
hacerlo de la mejor manera, convenciendo a nuestros clientes de lo bien que se
hace nuestro trabajo para que cuando tengan la oportunidad de dudar y dejarnos,
no puedan hacerlo, porque saben que les vendemos a convicción, que estamos
seguros de lo que estamos ofertando y que eso es lo que nos hace diferentes.
Lo que esperan los
clientes de sus proveedores.
Los
usuarios son cada vez más inteligentes y conocedores de los procesos que
involucran los productos relacionados con sus necesidades. La Internet, la
televisión, por suscripción, los Smartphone y en general, todas las
posibilidades de conectividad, han hecho del cliente de hoy, un individuo
difícil de satisfacer. (Baena, Running Business, 2015) .
Actualmente,
las empresas buscan estrategias para fidelizar a sus clientes, así como captar
la atención de nuevos consumidores para generar relaciones duraderas en el
tiempo. No se trata de comprar solo el producto, sino de sentir la marca o el
producto como suyo. Hacer marca no es únicamente idear un logotipo, un nombre o
el uso de determinados colores. Una marca supone la creación de una identidad,
de una personalidad, la creación y promoción de unos determinados valores que
la hacen deseable desde un punto de vista emocional. (Allen, s.f) . Es aquí donde se
crea el verdadero vínculo, cuando se identifica plenamente con lo que la marca
ofrece y hace sentir, para ello necesitamos de una verdadera actividad
comercial. Un vendedor que conozca el producto que ofrece y a quien se lo
ofrece, que esté dispuesto a escuchar y proponer, que sea parte activa de una
construcción clara de necesidades y que pueda estar seguro que con su ayuda
podrá satisfacerlas. Esa confianza es la que permite que grandes compañías logren
diferenciarse y de manera importante contribuye a su crecimiento profesional.
En su
libro “Branding Emocional: el nuevo paradigma para conectar las marcas
emocionalmente”, Marc Gobé explica: “El branding emocional es el conducto por
el cual la gente conecta de forma subliminal con las compañías y sus productos
de un modo emocionalmente profundo”. Por ejemplo, cuando somos padres y
buscamos un colegio para nuestros hijos, debemos estar conscientes que no
existe uno que cubra todas las expectativas: el proyecto educativo, la gente,
la distancia, el precio... Pero es importante definir aquellas cosas a las que
uno no va a renunciar, y es esto lo que
lo mantiene en una línea respecto de la elección. El impacto de la marca en este caso se puede reflejar en lo
que ofrece y nos da satisfacción, por ejemplo en la elección del colegio para
muchos será muy relevante el nivel académico de la institución, la ideología,
su proyecto educativo, si tiene
diversidad de idiomas, el número de niños por clase, la distancia, las
actividades extraescolares, y las instalaciones, para otros la relevancia
estará en la gente con la que se relacionará, el status que proporcionará, la
reputación y nombre que tendrá, las actividades extracurriculares y las
conexiones con los programas académicos de más alto estándar.
Es
necesario que las compañías diseñen estructuras agiles y capaces de dar prontas
respuestas a los clientes así como de acompañar en la resolución de
inconvenientes pero sobre todo; es estrictamente necesario que tengan en sus
líneas a vendedores absolutamente comprometidos con esa relación. (Baena,
Running Business, 2015) .
Las
redes sociales son de gran impacto para las marcas, es un ejemplo claro de la
dinámica actual, muestran experiencias positivas y negativas al instante. Por
ejemplo, han cambiado muchas cosas y han provocado una importante transformación
en cómo el consumidor puede llegar a descubrir nuevos productos y la identidad
con la marca. Las tendencias sobre el comercio electrónico apuntan que el
social commerce tiene un futuro prometedor, debido al efecto multiplicador de
las recomendaciones, los consejos y las opiniones de amigos o conocidos para
ganar notoriedad, prestigio y más ventas. (Boronat, 2011) . Aquí es donde gana
mayor relevancia las marcas de las que se habla, si anteriormente eran los
padres los únicos que tomaban la decisión de elegir la institución en la cual
estudiar, hoy los hijos son factor clave para hacerlo. Un alto estándar de la
sociedad se fija en no quedar atrás de los demás, se fijas unas metas para
estar en la competencia, el colegio de mi vecino, el que me recomendó mi jefe,
el que le sugieren a la abuela, etc.
El reto
es poner la marca en su lugar, como un medio de creación de valor. En cualquier
caso, son muchas las organizaciones que escriben su visión de marca y los
valores que la acompañan, pero que después no dan la talla. Cuando de tomar la
decisión se trata, no se refiere solo al nombre de la institución educativa
sino a la verdadera experiencia que genera al consumidor y donde cumple su
promesa de valor, y es aquí donde el papel comercial toma relevancia. Cuando
las organizaciones comprenden y asumen su propósito y sus valores, mejoran su
experiencia a partir de la coherencia entre lo que dicen y lo que hacen. Para
los clientes, esto se traduce en una mejora sostenida de expectativas y
percepciones. (Ind & Saracco, s.f.) . Lo determinante aquí es la mejor experiencia
que se tendrá para el resto de la vida, la mejor relación que se pueda tener
donde ofrecieron y cumplieron la expectativa, cuando esto no se sucede se
propaga rápidamente y termina por destruirla por una mala experiencia.
El
valor de una marca reside en los consumidores y que el proceso comienza cuando
la empresa invierte en programas de marketing cuyo objetivo son los clientes
actuales o potenciales y su fuerza de ventas. La actividad de marketing
asociada con el programa influye, entonces, en la percepción del cliente con
respecto a la marca, es decir, lo que ésta significa y les transmite. Cuando las instituciones invierten en mostrar
los verdaderos beneficios de su marca, se preocupan por saber cómo lo ven,
están en constante evaluación y seguimiento, no se confían y siempre esperan
dar más, es cuando son relevantes para los consumidores porque demuestran que
son realmente importantes.
Por
ello se puede decir que el impacto de la marca y lo que logra el gerente
comercial de forma algo “invisible” es completamente relevante en el momento de
tomar cualquier decisión de elección por los beneficios personales y
emocionales que ofrece, sea material, espiritual, familiar, religioso o de
comunidad, genera una conexión
importante que se traduce en una relación duradera y de la cual se
pueden generar vínculos bastante agradables, experiencias memorables.
Adicionalmente
las empresas tienen la oportunidad de comprometerse socialmente con el mercado
al desarrollar nuevos productos donde no
se limite solo a satisfacer sus necesidades sino también se preocupe por el bienestar que
genera, en su entorno y en un mejoramiento
sistemático de la sociedad. En otras palabras nos referimos a una
empresa que se preocupa por la productividad de sus trabajadores para mejorar
su competitividad, el manejo ambiental resultante de su actividad productiva y
la comunidad sobre la cual se asienta la empresa. "Los empresarios no debemos
concebir desarrollo económico sin desarrollo humano. Si bien esto es
responsabilidad compartida con el estado, debemos ser conscientes que la
empresa privada va unida al desarrollo del país. Por tanto, es deber de las
empresas dar muestras claras de solidaridad e identificación con los problemas
sociales. (Carlos Bentin Remy, s.f.)
Para
concluir la felicidad es más relevante para los clientes institucionales que
obtener ganancias, es el componente que permitirá su crecimiento y permanencia
en un mercado de tanta competencia. El gran valor lo tendrá con las personas
que la componen por lo tanto podrá llegar al mercado de la mejor manera, Las
estrategias de una compañía deben estar enfocadas en la generación de
experiencias positivas y personalizadas según cada cliente. Un cliente feliz
implica encaminar los objetivos definidos en un comienzo en la dirección
correcta. Para ello, los planes de acción a realizar en cada comunicación nacen
del modelo de ventas adecuado a cada tipo de negocio y del capital humano que
lo lleva adelante. Si se logra que perdure en el tiempo, la felicidad del
cliente se habrá alcanzado, y quizás superado, los límites deseados.
La
tarea de construir esa felicidad en un consumidor funciona como la gran meta y
el indicador más relevante de gestión. Para ello, es completamente necesario
estar convencido de lo que se vende, un producto que dará satisfacción porque
quien lo vende está convencido de ello porque más que lucro le da beneficio.
Bibliografía
Allen, J. G. (s.f). Marketing emocional: llegando
al corazón del cliente. Recuperado el 29 de Abril de 2016, de
https://psicologiaymente.net/empresa/marketing-emocional-llegando-cliente#!
Baena, R. (30 de Octubre de 2015). Running
Business. Obtenido de La gerencia de la felicidad:
http://runningbusinesses.blogspot.com.co/2015/10/la-gerencia-de-la-felicidad-como.html
Baena, R. (26 de Juio de 2015). Running Business.
Obtenido de Lo que esperan los clientes de sus proveedores:
http://runningbusinesses.blogspot.com.co/2015/07/lo-que-esperan-los-clientes-de-sus.html
Boronat, D. (2011). El "social
commerce": punto y aparte. Recuperado el 17 de Marzo de 2016, de
http://www.harvard-deusto.com/articulo/El-social-commerce-punto-y-aparte
Carlos Bentin Remy, G. G. (s.f.). La resposabilidad
social empresarial. (C. C. Social, Entrevistador)
Ind, N., &
Saracco, C. (s.f.). El branding y la
creación de valor. Recuperado el 28
de Abril de 2016, de http://www.harvard-deusto.com/articulo/Brandingy-Arte
Rivero, F. (s.f.). Cómo captar la atención de
nuestros clientes generando contenidos de interés. Dossier Harvard
Deusto Márketing y Ventas, 30.
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